Living a Dream - Chapter 11 "La Quinta Parte 1: El otro lado de Lucas"

Capitulo 11: “La quinta Parte 1: El otro lado de Lucas”


Termine de desayunar y me fui al living a esperar a Lucas que tenia que pasarme a buscar para ir a la facultad. Al rato escuche la bocina del auto de mi amigo. Salí de mi casa y vi como mi mejor amigo me miraba desde el auto con una gran sonrisa. Me subí al auto y lo salude. Lucas hoy tenía un aspecto muy bueno, se notaba en su cara que había dormido bastante bien y tenia muy buen humor, caso contrario a mí estado, tenia muchísimo sueño y después del sueño que había tenido mi humor no era muy bueno. Mi amigo me miro extrañado y exclamo

-Tuve mis dudas de si te había llegado mi mensaje con la propuesta de hoy pero al verte despierta y en el auto supongo que te llego. Sonrió

Lo mire dudosa no entendía de que me estaba hablando yo me había levantado para ir a la facultad como todos los días pero parece que mi mejor amigo tenia otros planes para el día de hoy. No había revisado los mensajes del celular porque como siempre se me había quedado sin batería, y a la mañana me había olvidado de chequearlos. Tome mi celular y observe el mensaje de mi amigo el cual decía “Mía mañana no hay clases en la facultad no tengo idea porque pero le mandaron un e-mail a todos, que tal si aprovechamos el día y nos vamos a la quinta como en viejos tiempos? Te paso a buscar a la hora de siempre, un beso”. Mi mejor amigo se dio cuenta de que no había leído el mensaje y de que no me había enterado que no había clases el día de hoy. Riendo me dijo

-Veo que no leíste ningún mensaje te levantaste porque pensaste que había clases, no puedo creer lo colgada que sos Mía! Bueno pero tenes ganas de ir? . Río
-Si Lucas tengo las re ganas de ir como en viejos tiempos! Pero déjame entrar a casa a buscar un par de mudas de ropa por si andamos en caballo. Sonreí
-Esta bien, bajo con vos. Apago el motor
-No Lucas voy rápido espérame acá. Baje del auto y volví a entrar en casa, fui para mi cuarto y agarre dos jeans y dos remeras los puse en un bolso y deje la mochila de la facultad, tome las botas de montar baje las escaleras le escribí una nota a mi familia y Salí de casa. Subí al auto cinco minutos después y mi amigo me miro atónito.
-Que rápido! Pensé que ibas a tardar una hora siendo Mía. Rio
-Viste! Cuando se trata de un día de descanso no me importa ni mi aspecto amigo. Sonreí y mi amigo volvió a prender el auto. El viaje fue un tanto largo, una hora hasta llegar a la famosa quinta de mi mejor amigo donde habíamos pasado largos ratos en nuestra infancia. Todo estaba tal cual lo recordaba el camino de tierra hasta la gran casa, los extensos campos y los caballos corriendo. La gran arboleda al lado este de la casa, todo estaba igual, y me daba una gran felicidad estar allí recordando esos viejos tiempos. Mi amigo estaciono el auto enfrente de la gran casa. En la puerta se podía observar a Paola la criada que cuidaba la casa cuando nadie estaba, que nos esperaba con una gran sonrisa y la llave de la casa en la mano. Bajamos del auto y Paola saludo con gran entusiasmo a Lucas.

-Pero que grande que estas Lucas! Hace cuanto no venias por acá?. Sonrió
-Y creo que unos dos años que no piso esta tierra, estaba esperando el momento justo para volver. Rio

Paola me observo y casi se le saltan un par de lágrimas al verme. Paola nos conocía desde muy pequeños nos corría por todos los terrenos de la quinta y nos preparaba ricas meriendas. Lo cierto era que no la veía hace varios años, cuando empezamos a crecer ya no era común ir todos los fin de semana a pasar el rato en la quinta si no que ya teníamos actividades mas de adolescentes. Me estrujo en sus brazos con gran entusiasmo y dijo

-Mía no puedo creer lo grande que estas! Toda una señorita! Me alegra muchísimo que estés aquí. Sonrió
-A mi también me alegra volver, muchos recuerdos en estas tierras. Le devolví la sonrisa
-Bueno chicos acá les dejo la llave creo que ya no tengo que andar corriéndolos por toda la quinta saben cuidarse bien, yo voy a estar en la casa de al lado por si necesitan algo, igualmente a la una de la tarde les preparo el almuerzo, estén cerca para esa hora!. Le dio la llave a Lucas y se alejo hacia la casa que estaba situada junto a la gran casa quinta.

Entramos a la casa, y las instalaciones estaban tal cual las había conocido yo, estar ahí me causaba mucha felicidad y muchos recuerdos olvidados volvían a mi memoria al ver todas las instalaciones. El gran salón estaba tal cual lo recordaba, los sillones, la chimenea, el piano de cola a un costado el cual me traía grandes recuerdos porque fue donde empecé mi pasión por el mismo. Estaba anonadada mirando cada uno de los detalles de la gran casa. Cuando me quise dar cuenta Lucas me observaba con una gran sonrisa, lo mire y le dije

-Como sabias que venir acá me iba a hacer muy bien? Te juro es increíble volver y acordarme de todo, mira el piano te acordas? Me di vuelta y fui hacia el piano
-Como no acordarme con ese piano empezó tu interés por aprender a tocar, tenias 15 años y te quedabas anonadada cuando mi mama y yo tocábamos. Sonrió y me siguió –Creo también que ya es hora de que te saques las ganas de tocarlo, ya que nunca tuviste la oportunidad y ahora sos toda una profesional y te podes dar el gusto.
Sonreí y encantada me senté en la banqueta y a mi lado se sentó Lucas, lo mire sorprendida y exclame
-No me digas que me vas a acompañar tocando? Mi mejor amigo asintió y los dos empezamos a tocar. Nuestros dedos se dejaron llevar y al terminar sentía una paz en mi interior inmensa, lo cual no vi lo mismo en mi mejor amigo que se levanto muy rápido y se fue corriendo escaleras arriba. Entendí perfectamente que le pasaba, la melodía que habíamos tocado fue compuesta por su madre. La madre de Lucas falleció un año después de componer esa canción para el. Y Lucas después de su muerte nunca mas toco un piano. La madre de Lucas era una persona excepcional y muy culta, aprendió a tocar el piano desde muy temprana edad y había enseñado a su hijo desde muy chico. Lucas era realmente muy bueno en el piano, pero desde esa perdida había prometido dejarlo para siempre, hasta hoy. Me sentí muy mal por mi amigo, lo cual cerré el piano y fui a buscarlo.
La casa estaba muy oscura todavía el sol no estaba radiante y las luces de la casa no estaban prendidas, lo cual me dificulto mucho subir esas enormes y largas escaleras. Llegue al final de las escaleras y estaba el pasillo de las habitaciones tal cual lo recordaba, pero no recordaba bien cual era la habitación de mi amigo. Pero tuve la suerte de abrir la puerta indicada, entre a la habitación y pude observar como mi mejor amigo estaba sentado en el piso agarrándose las rodillas y llorando. Me senté a su lado y lo abrace muy fuerte y sentí como un par de lagrimas caían de mi cara. Me sentía realmente muy mal por lo que había pasado abajo, no sabia que decirle ni como actuar. Mi mejor amigo se soltó de mi de seco las lagrimas y me miro

-No no, no llores vos Mía no tenes la culpa de nada. Me dijo mucho mas tranquilo
-Lu yo te incite a tocar y me siento realmente muy mal, perdóname se que te hace mal tocar. Mi amigo me seco las lágrimas, y sonrió
-Vos no me incitaste a nada Mía y no me hace mal tocar, lloro de felicidad porque perdí ese miedo a volver a tocar y todo es gracias a vos . Me volvió el alma al cuerpo y volví abrazarlo con entusiasmo.
-Me alegra muchísimo esta noticia Lucas!! Que tal si vamos a cabalgar? Sugerí
-Me parece una gran idea pero antes vamos a recibir a los chicos que están llegando. Lo mire atónita no entendía nada, quienes eran los que estaban llegando?. Mi amigo se levanto y salió del cuarto pude escuchar como me gritaba que lo siguiera. Baje las escaleras casi corriendo y pude observar como Luciana, Camila, Bautista y Facundo entraban por la puerta principal.

Luciana tenía una cara de dormida lo cual me decía que había estado durmiendo todo el viaje, llevaba un bolso en uno de los hombros y al acercarse Lucas, se lo revoleo para que lo atajara. Cami estaba con una sonrisa radiante y observaba todo con gran curiosidad, Bauti como siempre tímido y caballero sostenía el bolso de Cami y el suyo. Y Facu me miraba fijamente con una sonrisa me pareció curioso el porque sostenía dos bolsos. En realidad me pareció curioso porque todos traían un bolso cargado de cosas solo para un día. Me acerque a todos ellos y los salude

-Porque todos traen tantas cosas para un solo día? Pregunte dudosa, todos se miraron y empezaron a reír, y realmente no me agrado, ¿que era lo gracioso de la pregunta?. Los fulmine con la mirada y dejaron de reírse y Cami se puso a mi lado y me dijo
-Nena sos la mas colgada! Se suspendieron las clases porque están fumigando en la facultad, volvemos el lunes.. y antes de que pudiera terminar Lucas la interrumpió –por eso decidí que pasemos unos días en la quinta, y como vos no ves los mensajes ni nada decidí no decirte que venían los chicos y sorprenderte. Sonrió
-Y si me sorprendiste y no sabes como! Y ahora que hago? no tengo ropa para tantos días . Pregunte inquieta. Facundo me miro y agrego
-mmm de eso no te preocupes me encargue de que tu hermana te haga un bolso como la gente y te lo traje. Se acerco a mí y me dio un dulce beso en la mejilla
-Gracias Facu, supongo que va a ser una semana divertida, ¿cuando empezamos a divertirnos? ¿Quien quiere cabalgar? . Reí, todos sonrieron lo cual imagine que estaban de acuerdo
-Esperen esperen chicos primero les muestro la casa y los cuartos en los que van a estar, yo pensé en las tres chicas en un cuarto y los tres hombres en otro, igual si alguien quiere estar solo en un cuarto hay muchos cuartos no tengo problema, están de acuerdo? . Comento Lucas

Todos asentimos, agarramos los bolsos y Lucas nos mostro donde estaba cada cuarto. Nuestro cuarto y el de los chicos estaban al lado así que no iba a ser imposible la comunicación con ellos. Estaba realmente muy contenta suspendieron las clases hasta el lunes, me vine a la quinta una semana y enzima están todos mis amigos y el chico que me gusta, ¿Qué mas podía pedir?.