I’m gonna love you and you’re gonna fall in love with me
jueves, 2 de diciembre de 2010

AC Capitulo 3: "El pasado de Marie Gonzalez"

Capitulo 3: “El pasado de Marie Gonzalez”

Ya estaba casi amaneciendo y no había dormido casi nada. De todas formas no tenía nada de sueño estaba fascinada viendo todos los recovecos de la mansión con Aaron. Ya había conocido los comedores, la sala de juegos, la de lectura y todavía me faltaba conocer mi nueva habitación. Subí las escaleras con Aaron cuando se quedo inmóvil en un escalón mirándome.

-Pasa algo Aaron? Le sonreí
-Veni Camille, me tendió una mano. Le tome la mano y volvimos a bajar las escaleras salimos de la gran mansión y me señalo el horizonte. El sol se asomaba radiante en el horizonte, era una cosa increíblemente hermosa. No me acordaba lo lindo que era un amanecer después de tres meses internada.
-Es hermoso ¿verdad? Me dijo Aaron sonriendo.
-Si realmente hermoso me había olvidado lo maravilloso que era. Reí
-Cuando amanece quiere decir que todos están por llegar. Me señalo al horizonte
-Todos son los demás ángeles caídos?. Pregunte sonriente, y vislumbre en el horizonte unas figuras hermosas con alas que se encaminaban para donde estábamos nosotros.
-Ya están llegando será mejor que esperemos adentro, ya deben saber que llegaste Camille, los ángeles caídos tenemos una intuición increíble. Me tomo de la mano y volvimos a entrar.-Sera mejor que te muestre tu cuarto y descanses un rato antes de que una banda de ángeles te estallen a preguntas. Rio

Volvimos a subir las escaleras y nos encontramos con un pasillo que tenía varias puertas en los costados, caminamos unos 20 metros y nos paramos en una puerta, la cual tenía una placa en dorado que decía Camille Smith. Aaron abrió la puerta y entramos. Mi cuarto era precioso había una cama de dos plazas maso menos en el centro de la habitación acondicionada con hermosas sabanas y un acolchado blanco de plumas espectacular, con unos hermosos almohadones haciendo juego. Había un ropero a su lado y una gran biblioteca llena de libros. También había un ventanal a un costado que tenía una vista espectacular al parque de la mansión.

-¿Te gusta no? . Aaron se acerco a mí y me sonrió
-Me encanta es precioso. Le devolví la sonrisa y me acaricio la mejilla.
-Tanto te esperamos Camille. Me tomo de la cara
-¿Tan importante soy? Me sonroje y me solté de Aaron
-Con el tiempo te vas a dar cuenta. Rio
-Espero aprender bien, y ayudarlos. De pronto me volví a marear, lo veía a Aaron todo nublado perdí el equilibrio y me caí.

Aaron corrió a mi lado y me tomo la cabeza, no lo escuchaba ni lo veía solo sabía que estaba a mi lado. Me dieron unas tremendas ganas de vomitar, y efectivamente vomite. Y le vomite a Aaron eso fue lo más vergonzoso de todo. Sentí que alguien me agarraba y me acostaba en la cama. Y de a poco todo fue volviéndose todo nítido otra vez, Aaron estaba junto a mí apoyando su mano en mi frente como hace unas horas. A su lado estaba una bella chica de cabellos rojizos con cara de preocupación. Les sonreí a ambos y volví a cerrar los ojos, me sentía cansada. Esto del cambio me estaba matando, y aparte no había dormido nada así que se me hacia todo mucho más denso.

- Es mejor que te quedes con ella hasta que se duerma. Escuche que le decía la chica a Aaron.
-Si no pienso dejarla, tengo miedo que se desmaye durmiendo necesita de mis poderes hasta que se duerma. Le contesto Aaron
-Igual voy a llamar a Cameron para que la revise, los poderes curativos de Cameron son muchos más fuertes que los tuyos Aaron. Contesto la chica
-Ya se pero se va a sentir más segura si estoy yo a su lado.
Abrí los ojos y le sonreí débilmente a los dos. Aaron me miro dulcemente y me hizo un gesto para que me durmiera. Le hice caso y deje que mi cabeza se relajara, al cabo de un rato me quede totalmente dormida.

Me levante con el ruido de una corneta que sonaba por el pasillo. Salte de la cama y vi que Aaron al minuto estaba a mi lado.
-¿Estás bien? ¿Soñaste algo? Me pregunto preocupado
-Estoy bien Aaron relájate. Le sonreí –Me asuste con la corneta esa, ¿eso es signo de que nos tenemos que levantar?
-Me temo que si, y me temo a que si me ven en tu cuarto me voy a llevar un gran castigo. Se alejo de mi abrió la ventana y me sonrió –Nos vemos abajo Camille. Me saludo con la mano y salto por la ventana. Corrí hasta la ventana asustada y pude ver que Aaron me saludaba sonriente desde abajo y al tiempo gritaba –Ya vas a aprender a hacer esto. Reí aliviada y me di cuenta que llevaba un camisón blanco. ¿Cuándo me había cambiado? Seguramente la chica que estaba a la madrugada con Aaron se había encargado de cambiarme, y Aaron no quiso dejarme sola mientras dormía. La verdad es que era un chico demasiado dulce y demasiado guapo, me había caído súper bien y estaba empezando a sentir gran cariño hacia él. Fui hasta el armario y pude observar que estaba toda mi ropa, fue rarísimo. Tome unos jeans y una musculosa blanca, estaba segura de que empezaría las practicas este mismo día. Antes de salir a desayunar agarre el celular y le mande un mensaje a mi padre, debería estar buscándome súper preocupado, pero para mi sorpresa el ya me había ganado de mano. “Camille ya estoy informado de donde estas hija, se que no puedo intervenir, pero sabes que podes venir a visitarme cuando quieras hija, te ama papa” , le conteste “yo también te amo papa, voy a ir todos los días a saludarte no te preocupes por eso”, apreté enviar y apague el celular. Lo deje en la mesita de noche cargando y salí a desayunar.

En el pasillo había unas tres chicas charlando y riendo una era la pelirroja que había estado en mi habitación hace unas horas. Al verme se acerco sonriente
-Ya te despertaste dormilona! Hola soy Carol.
-Hola Carol, soy Camille aunque creo que ya lo sabes. Reí –Gracias por ayudarme anoche
-No de nada, fue un placer Camille. Las otras dos chicas se acercaron a saludarme. Una era una morocha altísima de tez mestiza con unos enormes ojos negros, y la otra era una rubia de ojos celestes. Las dos parecían ser buenas personas.
-Hola Camille, soy Charity un gusto conocerte. Dijo la rubia con una sonrisa
-Y yo soy Cameron, un gusto conocerte también. Dijo la morocha con una gran sonrisa.
Cameron era la chica a la que querían llamar a la madrugada cuando estaba descompensada, que por lo escuchado tenía más poder que Aaron.
-Es un gusto conocerlas también. Les hice un gesto de aprobación a las dos.
-Bueno creo que es hora de ir a desayunar, seguinos Camille. Dijo Carol

Bajamos las escaleras, y fuimos hasta el comedor, donde había unos tres o cuatro chicos, que al entrar depositaron sus miradas en mí. Los salude con la mano y me senté en la mesa que se habían sentado las chicas.

-Es evidente que todos esperaban tu llegada Camille. Dijo Cameron entusiasmada
-Es-o-o creo. Tartamudee avergonzada.
-No tengas vergüenza, ya de apoco vas a ir entendiendo todo. Me animo Charity
Aaron cruzo la puerta del comedor sonriente junto a Paul. Paul me dio unos golpecitos en la espalda y sonrió.
-¿Cómo está la iniciada? Dijo Paul riendo
-Supongo que bien. Sonreí –Es todo un poco nuevo para mí pero me voy a ir acostumbrando con el tiempo
-Si no te preocupes, mientras no se te haga costumbre vomitarle a Aaron encima está todo bien. Rio
En ese momento quise que me trague la tierra por completo. Me puse toda colorada, y por el color de mi piel creo que todos se dieron cuenta.
-Hey no la hagas sentirse mal papanatas!. Soltó Carol
-Déjala Paul se sentía mal yo no la culpo por haberme vomitado encima. Dijo Aaron sonriéndome
-Era un pequeño chiste, discúlpame Camille. Me animo Paul
-Tenes que saber que Paul es así siempre. Comento Cameron pasándome un bol con cereales –Y tenes que alimentarte bien porque hoy empieza tu entrenamiento.
Agarre el bol de cereales y lo entre a deglutir desaforadamente. No me había dado cuenta que no comía nada desde que había salido de casa, tenía un hambre que me moría, cuando termine el bol de cereales pude observar como todos me miraban sorprendidos. Me había olvidado completamente de su presencia y ahora mismo quería que me trague la tierra otra vez, no tuve tiempo de hablar porque entro Arnold y todos se callaron.
-Estoy tan feliz de comentarles que tenemos una nueva iniciada, y no cualquier iniciada si no que nada más ni nada menos que la hija de nuestra querida Marie Gonzalez.

Todos se pararon y me aplaudieron como si fuera un milagro del mundo. ¿Acaso era la única que no tenía ni idea de cuál era mi misión? . En fin todos se pararon y siguieron con lo suyo. Arnold vino hasta donde estaba yo y me dio un abrazo.
-Hija mía hoy empieza tu práctica. Me susurro al oído, me soltó y siguió mirándome. –Comenzas clases de lucha conmigo, te espero en cinco minutos en el patio, Aaron te hago cargo de que le enseñes cada parte del lugar aunque ya estoy al tanto de que ya le has mostrado parte del lugar.
-Si señor ya le mostré gran parte del lugar pero estoy encantado de encargarme.
-También dale el traje que tiene que usar. Le sonrió y se alejo por la puerta
-Camille sígueme. Me dijo Aaron sonriente
Salude a todos con la mano y lo seguí a Aaron. Fuimos hasta un cuartito que se encontraba muy cerca del comedor, donde había unos trajes blancos y tenían pinta de ser muy calurosos. Aaron me arrojo uno.
-Creo que esta es tu talla, sos bien chiquita y esto es lo más chico que hay. Me señalo un vestidor a mi lado y me metí para ponerle el traje. El traje me calzaba muy bien y como había pensado era demasiado caluroso pero era bien acolchonadito, ¿acaso me iban a matar a golpes hoy?.
-Te va bien?. Grito Aaron desde afuera. Salí del vestidor tentada porque la verdad el traje me hacía ver muy estúpida. Aaron contuvo la risa, y le pegue un golpe en el brazo.
-Perdón es que te ves muy chistosa con eso. Me sonrió
-Bueno no era que los ángeles como nosotros tenemos poderes divinos? Me burle
-Si los tenemos pero hay que aprender a usarlos, y vos todavía no sabes ni como transformarte, así que primero hay que usar estos trajes ridículos. Dijo Aaron
-Y como me transformo? Pregunte inquieta
-Eso requiere concentración y practica ya verás. Me tomo de la mano
-¿A vos te costó mucho? Lo mire a los ojos
-No cuesta solo tenes que ponerle todo tu esfuerzo Camille, yo al tercer día de práctica ya podía volar, no me transformaba por completo, pero va todo con el tiempo y vos vas a poder al igual que todos nosotros. Me animo
-Es que tengo miedo de no lograrlo. Dije tristemente
Aaron me tomo de la cara y me dijo –Todo va a estar bien y si no te apuras vas a llegar tarde. Me tomo de la mano y corrimos y llegamos hasta el patio. Arnold nos estaba esperando con una gran sonrisa.
-Llegan tarde pero por ser el primer día se los perdono
-Mil disculpas Arnold, estoy todavía muy confundida y le estuve preguntando unas cosas a Aaron no fue culpa de el. Baje la cabeza
Arnold se acerco y me levanto la cabeza – Nunca sientas culpa enfrente de nadie, es lo primero que debes saber.
-Muchas Gracias. Respondí
-Ahora en guardia. Arnold me miro y en instantes todo el piso a mi alrededor se empezó a mover y a elevarse cuando me quise dar cuenta estaba a 10 metros de altura en una gran roca. Aaron estaba a mi lado sonriente dándome animo, Arnold estaba a unos dos metros enfrente mío con cara de divertido.
-Lo primero que tenes que saber es como esquivar ataques de tu adversario, Aaron solo la vas a ayudar cuando yo te lo pida ¿entendido?

Tenía los nervios de punta ¿Qué era lo que iba a hacerme este hombre? Me inquietaba la idea, solo quería transfórmame de una maldita vez y terminar con la práctica rápido. Arnold con tan solo un movimiento de manos formo una especie de roca la cual lanzo a toda velocidad hacia donde estaba yo. Por instinto la esquive nose como pero fue a una velocidad fuera de la normal. Aaron me miro sorprendido y me dio un gesto de aprobación. Arnold siguió formando rocas con sus manos y lanzándomelas. Ya se me hacía difícil esquivarlas cuando por una mala pisada termine en el medio de la nada cayendo al suelo. No había forma de que pudiera parar la caída no sin transformarme ni saber volar. Entre en pánico cuando oí que Arnold le decía a Aaron que le tocaba ayudarme. Una luz blanca me encegueció y pude ver como el hermoso Aaron se convertía en un ángel. Sus hermosos ojos verdes cambiaron a un color miel mas parecido al dorado que al marrón y unos hermosos tatuajes dorados aparecieron en su pecho y en sus brazos. Aaron me atajo minutos antes de que cayera al piso. Me llevo a la roca nuevamente y me soltó allí. Lo mire atontada era mucho más bello transformado en ángel. Me sonrió me guiño un ojo y miro de nuevo a Arnold.

-Muy bien Camille lo estás haciendo bien, pero siempre que esquives un ataque mira bien donde estas pisando. Concéntrate y podes formar tus propias plataformas y hasta poder sacar tus alas a la luz.
-Voy a intentarlo! Empecemos de nuevo!. Solté entusiasmada
-Muy bien así será. Arnold volvió a formar piedras con sus manos y me las tiro con más velocidad que antes. Las esquive todas a mi manera, utilizando una vieja danza que había aprendido en uno de mis viajes, se me hizo bien usarla como defensa personal. Volví a caerme pero pude concentrarme y crear una plataforma por mi cuenta. Arnold tiraba cada vez mas piedras que esquivaba sin problemas, hasta que una muy grande me tomo por sorpresa y me pego en la cara. Caí inconsciente al vacio. Al abrir los ojos Aaron me miraba preocupado.

-Estoy bien. Falso movimiento. Solté
-Estuviste muy bien hoy Camille. Se acerco Arnold-Disculpa por haberte pegado en la cara no era la intención. Sonrió
-No está bien estoy aprendiendo, algunos golpes voy a sufrir. Reí
-Cuando te veas la nariz me vas a correr por toda la casa. Rio Arnold

Automáticamente me lleve las manos a la nariz, vi sangre mucha sangre. Evidentemente me había golpeado feo demasiado feo.

-Aaron encárgate de sanarla y que descanse un rato es todo por hoy Camille, mañana seguiremos. Me sonrió y se alejo por el patio

Seguía con las manos en la nariz me daba vergüenza que Aaron me viera así. Aparte seguía con el traje que me hacía ver tan estúpida estaba impresentable. Aun así Aaron me seguía sonriendo.

-A ver déjame ver no sientas vergüenza. Me quito las manos de la cara y me puso la suya en la nariz. Sentí como mi nariz se aliviaba y dejaba de sangrar.
-¿Mejor? . Me miro dubitativo
-Si muchísimo mejor ¿Cómo es que haces eso Aaron?
-Son poderes que uno va adquiriendo a medida que se incrementa la fuerza, pero no todos los poderes de los ángeles son los mismos, algunos poseen poderes curativos como yo y Cameron, algunos poseen más fuerza como Paul y Charity, y otros tienen más afinidad con las emociones como Carol y otros chicos más. Me sonrió
-¿Cómo con las emociones? No entiendo. Pregunte inquieta
-Claro que sus poderes se basan en las emociones, poseen más fuerza cuando están animados, poseen menos fuerza cuando están tristes, sienten también las emociones de los que estan alrededor, su misión es mantener la llama de la felicidad encendida en la gente en estos tiempos de guerra, poseen gran habilidad en el canto también. Su voz es sanadora y reconfortarte para el corazón.
-¿Y cuáles son los poderes de Arnold? ¿Posee más fuerza que los demás?
-No Arnold es un Angel Completo, es decir posee todas esas habilidades. Pero no muchos la tienen hay profesores que no son ángeles completos como otros que sí. Respondió sonriente
-Y.. tienes idea de si mi madre… no pude seguir hablando sentía curiosidad por saber de mi madre y a la vez sabía que había algo que no cerraba en todo este mundo nuevo para mí.
-Tu madre era un ángel completo Camille. Su sonrisa se desvaneció -… pero murió al tenerte a ti… su cara se puso muy triste al instante y no pude entender el porque
-Murió en el parto lo sé, pero no sé por qué no llegue a conocerla tampoco y sé que tu por tu edad tampoco y nose como sabes mucho más de lo que se yo, te pido por favor que me cuentes Aaron necesito saber que fue de ella. Le suplique
-No es algo que debería contarte yo Camille, perdóname. Se transformo en humano de nuevo y me miro con sus ojos verdes otra vez pidiéndome disculpas.
-NO! NECESITO QUE ME CUENTES AHORA. Le suplique, lagrimas comenzaron a caer de mis ojos y no pude contenerme.
-No llores Camille por favor no puedo verte así, te voy a contar pero por favor no lo hables con nadie. Me abrazo y me sentó en uno de los bancos que había en el patio.
-Camille, los ángeles caídos no pueden enamorarse de ningún humano. Dijo tristemente
-¿Por qué? Mi padre es humano y mi madre se caso con él. Seguía llorando
-Tu madre se enamoro perdidamente de James cuando lo salvo de un ser negro, comenzó a verlo a escondidas y armo un romance, al cabo de un tiempo se casaron a escondidas y tu madre quedo embarazada de ti. Hasta ese momento Marie Gonzalez no sabía el precio que implicaba eso, ella pensaba que solo era una regla estúpida que habían impuesto para que cortáramos toda relación con cualquier humano aferrado a nosotros. En ese momento estaba al mando Bruce el padre de Arnold, cuando Bruce se entero que Marie estaba embarazada se enojo muchísimo. El niño nacería e enfermaría de una rara causa y moriría a los 18 años. Marie no quiso abortar quiso seguir el destino y aceptar las consecuencias, pero cuando naciste por una extraña causa tu madre murió. Tu naciste y enfermaste a los 5 años pero Bruce te seguía desde pequeña y sabia que tenias poderes sobrenaturales y podías ver a tu madre. Marie fue muy sabia y sacrifico su vida por ti, era un ángel completo y transfirió sus poderes en ti. De todos modos enfermaste, y si el catorce de enero moriste como humana y naciste como ángel caído y tu misión es proteger al mundo y seguir el legado de tu madre.
Puse los ojos en blanco. Tanta información de golpe me tomo por sorpresa. Ese niño era yo, ese niño que enfermo efectivamente era yo, yo nací para morir pero mi madre no quiso que ese fuera mi destino y transfirió sus poderes en mí para que pudiera vivir. Mi madre tenía un legado desde antes de conocer a mi padre y no lo cumplió a causa mía. No pude evitar sentirme triste. Las lágrimas comenzaron a caer en mis mejillas. Me levante, Aaron me miro tristemente.
-Yo sabía que no debía contártelo. Me agarro de los brazos
-Vos hiciste lo correcto, quiero estar sola ¿puede ser? . Aaron asintió y se alejo hacia la gran mansión blanca.

De repente el cielo se volvió totalmente negro, Aaron se dio vuelta repentinamente y me miro con pánico. Se transformo en apenas 5 segundos y voló hasta mí. Una ráfaga de viento negra me hizo volar y me tiro hacia un agujero negro. Lo último que vi fue la cara de Aaron tratando de salvarme. Todo se volvió negro a mí alrededor dejándome totalmente sola.

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