I’m gonna love you and you’re gonna fall in love with me
jueves, 2 de diciembre de 2010

AC Capitulo 4: "Los seres negros"

Capitulo 4: “Los seres negros”

A mí alrededor todo estaba muy oscuro, lo último que recordaba era que una especie de manta negra me había absorbido y llevado a un gran agujero negro, y que el bello Aaron quiso ayudarme y no lo logro. Y allí estaba yo en un espacio totalmente oscuro y para hacer más bella la situación estaba encadenada de manos y pies. No veía nada a mí alrededor, solo el lugar apestaba a pis de gato y de vez en cuando se escuchaba como las ratas corrían por los charcos de agua del lugar. ¿Dónde demonios estaba? Forcejee un rato para poder soltarme de las cadenas pero fue en vano, estaban hechas de un metal muy poderoso e irrompible y a decir verdad con la poca fuerza que tenia iba a ser imposible romperlas incluso aunque estuvieran podridas. De pronto escuche unas risas que no estaban no muy lejos mío. Una puerta se abrió y tres figuras encapuchadas entraron al lugar. Con lo poco de luz que entro pude observar que estaba en un galpón abandonado. Las figuras encapuchadas seguían riendo y acercándose hasta donde estaba. Supe que mi fin había llegado, hubiera querido que Aaron fuera el que me violara y no tres hombres encapuchados, pero la verdad no estaba para ponerme a bromear sobre el asunto así que cerré los ojos y me hice la dormida. Los hombres estaban a maso menos dos metros de donde estaba yo, y desprendían un olor desagradable, como si por tres meses no se hubieran bañado.

-Ei Carl sigue dormida, ¿no estará muerta? Dijo una figura con una vos muy chistosa
- Como va a estar muerta idiota! No ves que respira. Dijo otra figura con una vos ronca y que daba miedo
-Déjense de burradas ustedes dos, tenemos el tesorito que buscaba el jefe. Comento la otra figura, parecía que era el que estaba al mando en ese momento, y hablaban de mí como si fuera una cosa muy preciada que tenían que llevarle a otra persona de más autoridad. De pronto sentí como una de las figuras se acercaba a mi cara y pude oler su aliento a moho. Realmente ¿no conocían la ducha estos hombres?.
-Despierta Angelito. Grito una de las figuras a mi oído
Automáticamente abrí los ojos y me hice la despistada como si recién me hubiera levantado. Al verlos el horror entro en mi cuerpo. Eran unas figuras amorfas, muy poco parecidas a un hombre. Parecía que en un tiempo lejano habían sido humanos pero ahora sus caras estaban llenas de marcas como de mordeduras o rasguños, eran tantas las cicatrices que tenían que se hacía imposible reconocer sus caras. También lo que me llamo la atención es que tenían grandes colmillos como lobos o vampiros que salían de su boca y daban la impresión de que iban a atacar en cualquier momento. Los hombres (o figuras amorfas como quieran llamarlas) notaron mi horror y comenzaron a reír (realmente no le veía lo gracioso a la situación estaba cagada de miedo).
-El angelito se asusto. Comento una de las figuras la que tenía la vos graciosa
-Déjala Hit! No queremos que se nos muera antes de entregarla. Dijo irónicamente otra de las figuras.
-Pero cállense estúpidos! No ven que capaz nos equivocamos como puede ser que no se halla transformado. Dijo la figura a cargo
-Si tú no lo sabes Carl. Soltó el hombre deforme con vos graciosa
-Entonces vamos a divertirnos un rato con ella así la hacemos enojar y nos muestra su identidad, a ver angelita… vas a contestar todas las preguntas que te voy a hacer esta claro?. Carl se acerco a mí y pude oler su aliento a rata el cual me dio una arcada increíble. Lo mire con odio y le dije –Ni lo pienses monstruo.
-Ja-ja por fin hablo la señorita, a ver si entendes una cosa el que manda acá soy yo y vas a responderme todo lo que te pregunte ¿estamos?. Me agarro del cuello a tal punto que no pasaba aire a mis pulmones. – ¿y si no que? Respondí como pude
-Y si no mi amiga te las vas a ver conmigo y mis amigos. Dijo soltándome la garganta y mostrándome los dientes como un lobo hambriento.
-No te tengo miedo. Mentí, me cagaba de miedo pero como me había dicho Arnold nunca le muestres a tu adversario miedo o culpa.
-Como todos tus otros amiguitos ángeles, que murieron por hacerse los valientes. La figura con vos graciosa fue hasta el fondo y prendió una luz, la luz encegueció un poco a los tres hombres amorfos. Ahora con una luz prendida pude observar que el olor pestilente que largaba el lugar era nada más y nada menos que de miles de cadáveres que se encontraban a poco mas de unos tres metros de mi. Por sus trajes blancos y sus alas supe que eran ángeles caídos. No pude evitar sentirme triste, lagrimas comenzaron a caer por mejillas. Los tres comenzaron a reír a carcajadas. Yo empezaba a sentir una furia en mi corazón, y un deseo enorme de acabar con los tres.
-Ai mira como llora el angelito. Soltó el amorfo con la vos graciosa
-¿Quieres que llame a tu mami? Soltó la otra figura
-A ver angelito sabes que este es el precio que pagan por pasarse de la raya, ahora ¿me vas a contestar todo lo que te pregunte? . dijo Carl con una sonrisa burlona - ¿Tu eres Marie González no?
-No te diré nada monstruo! Le grite a Carl. El hombre se abalanzo hacia a mi me tomo del cuello y empezó a ahogarme, de pronto sentí como sus colmillos atravesaban la carne de mi brazo y como las otras dos figuras se volvían locas por devorarme. Carl los ahuyento con un gruñido y dejo de lastimarme. Al verme comenzó a reír –Creo que no nos estamos comprendiendo angelito, ¿eres o no Marie? .
-N-o lo so…y .dije con pocas fuerzas
-¿Y quién eres que eres tan parecida a ella? Dijo Carl agarrándome la mano donde poseía el anillo.
-S-u hij…a . Conteste
-Mientes! Los ángeles no pueden tener hijos! Y Marie nunca se caso!. Dijo Carl tomándome del cuello nuevamente –¿Por qué tu anillo tiene una C y una S? Dime Marie ¿reencarnaste en una niña de 18 años?
De repente se escucho un tremendo estruendo, y tres figuras blancas entraron al galpón desde un agujero hecho en el techo. Aaron, Paul, y Carol bajaron transformados en ángeles. Aaron estaba furioso y se notaba en su cara que había estado llorando. Al verme se puso más furioso aun y se abalanzo sobre Carl. Las tres figuras negras se movieron como lobos mostrando los dientes todo el tiempo, y los ángeles estaban en posición de combate. La pelea iba a ser una gran catástrofe y yo no podía hacer nada más que mirar como mis amigos arriesgaban su vida por mí. Aaron peleaba a muerte con Carl, intentaba acercarse a mí pero Carl lo derrotaba segundos antes de alcanzarme. Carol se movía con gracia y no tenía ningún problema al esquivar los golpes del hombrecillo gracioso, y Paul con su súper fuerza peleaba a la par con la figura amorfa y sus grandes dientes. Se veía en la cara de Aaron mucho cansancio y tenía miedo de que no lograra vencerlo, los movimientos de Aaron se iban haciendo más lentos, y Carl llevaba mucha más ventaja, ni Paul ni Carol podían ayudarlo porque eso implicaba que los vencieran también. Aaron llego a mí como pudo y trato de sacarme las cadenas cuando Carl lo sorprendió por detrás y le mordió la espalda. Aaron chillo como un niño chiquito y cayó al piso, pude ver como se retorcía del dolor mientras Carl le succionaba la sangre. Aaron me miraba tristemente y en sus ojos se veía dolor por no haber podido salvarme. Lloraba desconsoladamente seguía atada y Aaron estaba muriendo por mi culpa, no podía hacer nada al respecto y no quería presenciar su muerte, Aaron seguía chillando y Carl chupaba su sangre fascinado. La furia en mi cuerpo comenzó a crecer, pude sentir como mi anillo emanaba un calor por todo mi cuerpo y me hacía cada vez más fuerte. Trate de soltarme de las cadenas y no lo logre, lo intente una vez mas y las cadenas se rompieron, una luz me encegueció, mi anillo brillaba sorprendentemente en mi mano. Una manta de luz me envolvió, y pude sentir como las heridas que Carl me había hecho sanaban. Estaba realmente furiosa, Aaron seguía tirado en el piso chillando del dolor, agarre una de las cadenas que me habían tenido presa, y le pegue en la cabeza a Carl. Carl cayo inconsciente a mi lado, y vi como las otras dos figuras se abalanzaban hacia mí, inexplicablemente de mis manos salió una luz que los encegueció y los hizo chillar del dolor, agarraron a Carl y se desvanecieron como fantasmas en el aire. Todo había acabado, pero Aaron estaba herido, corrí hacia donde estaba el. Lo tome en mis brazos y me sonrió, lo abrace con todas mis fuerzas y me largue a llorar
-Estoy bien, lo lograste Camille, te felicito. Me dijo y sonrió débilmente
-¿Qué hice qué? Pregunte sin entender nada. Paul y Carol se acercaron hacia donde estábamos lo dos radiantes de felicidad
-Te transformaste Camille que no te has dado cuenta. Me contesto Paul entregándome un pedazo de espejo roto para que me viera. Efectivamente me había transformado, mis ojos color celeste se habían transformado en unos hermosos ojos dorados, de mi cabello lacio salían unas pequeñas evillas doradas que hacían juego con mis ojos, de mis brazos se desprendían unos tatuajes dorados hermosos en forma de espirales. Y mis alas, mis alas eran increíblemente hermosas, tenía un vestido blanco y de mi cuello colgaba una bella cadena dorada con un dije con mis iniciales.
-Es increíble. Dije sorprendida
-Sos increíblemente hermosa como ángel. Aaron me sonrió
-Y a vos te deberíamos llevar con Cameron. Le dije sonriéndole
-Sera mejor que lo cargue yo. Se ofreció Paul
Aaron se transformo en humano y Paul lo agarro como si fuera un niño pequeño. Carol me hizo una señal de que la siguiera por los aires. Realmente me parecía todo muy raro hasta que volé por primera vez, fue una sensación tan satisfactoria. La noche ya había caído en Nueva York y desde arriba todo parecía tan hermoso. Volamos un largo rato, y Carol me mostraba los diferentes cuarteles que había de ángeles en la ciudad, cada uno con una misión diferente. Llegamos al cuartel de Nueva Jersey y nos esperaba Arnold y Cameron en la puerta, al verme transformada derramaron lágrimas de felicidad.

-Lo lograste! Bravo!. Dijo Arnold dándome un abrazo.
Cameron me dio un abrazo también e inmediatamente se fue para adentro a asistir a Aaron que estaba muy herido. Arnold seguía a mi lado contemplándome como si fuera una cosa rara. Después de un largo rato de silencio me miro y sonrió
-Y entonces ¿cómo fue que lo lograste Camille?
-Me puse furiosa cuando lastimaron a Aaron. Dije y me sonroje
-Gran prueba de amor. Dijo Arnold con una sonrisa y entro con todos los demás.

¿De qué prueba de amor me hablaba? ¿Sera verdad lo que me dijo Arnold? ¿Me enamore de Aaron? ¿Y su amor fue lo que me hizo transformarme?. Estaba muy confundida, me mire el anillo con curiosidad y le susurre “gracias”, por haberme dado las fuerzas para salvar a mi bello Aaron.

0 comentarios:

 
© 2008 *By Templates para Você*