I’m gonna love you and you’re gonna fall in love with me
martes, 14 de diciembre de 2010

AC Capitulo 5: "Brandon"

Capitulo 5: “Brandon”

Eran las diez de la noche hace aproximadamente dos horas que había logrado transformarme. En la casa reinaba un silencio muy tranquilizador. Cameron había sanado a Aaron el cual dormía plácidamente en su cuarto para recuperar las fuerzas y poder salir a la noche a patrullar. Charity y Carol jugaban al ajedrez, y yo miraba por la ventana la bella noche en la ciudad de Nueva Jersey. Arnold entro a la sala de juegos y se sentó a mi lado

-Aaron me conto, que ya sabes la historia de tu madre.
-No lo rete a él yo le suplique que me contara. Le dije
-No lo rete, pero ya tarde o temprano te iba a contar. Sonrió –De todos modos Aaron no te conto un par de cosas, ¿Tienes ganas de oírlas?
-Si, por supuesto. Dije entusiasmada
-Camille, tu madre fue una persona excepcional, yo aprendí junto a ella, entro a los 18 años a esta misma casa con los mismos aires que vos y sin entender nada, pero Bruce fue un gran padre para ella. Me miro y continuo –tu madre aprendió muy rápido, se convirtió al segundo día de práctica y día a día demostró que estaba destinada a esto, y que daría su vida por salvar a todas las personas. En esas épocas todavía el mundo estaba en paz y no había ninguna guerra pero todos sabíamos que iba a estallar en cualquier momento, los seres negros habían roto el pacto con los humanos y los ángeles caídos y solo era cuestión de unos años hasta que estallara la guerra. Me miro tristemente

-Pero si la guerra empezó hace unos diez años, ¿Cómo puede ser? Le pregunte inquieta
-No querida la guerra empezó mucho antes, para los ojos humanos empezó hace diez años para nosotros empezó unos 10 años antes. Tu madre tenía 28 años cuando murió. Y para ese entonces la guerra entre ángeles y seres negros había empezado hace dos años. Muchos ángeles murieron en batallas y no fuimos capaces de proteger a los humanos y termino siendo una gran catástrofe, los seres negros conspiraron para que entre hombres hubiera guerras también y así empezó todo para ellos también. Y aquí estamos tratando de sobrevivir y proteger a los humanos que es nuestra misión. Me sonrió
-Arnold… ¿Quiénes son los seres negros? Le pregunte avergonzada, porque a decir verdad hasta ese momento no tenía ni idea de que existían seres negros que querían destruir el mundo y apoderarse de el.
-Los seres negros son los elegidos del diablo, como nosotros somos elegidos de Dios. Me dijo y acaricio mi cabeza –Estoy muy sorprendido de tu transformación temprana y también muy contento.
-Yo también estoy feliz, pero todavía no entiendo cómo fue que me transforme y porque fue tan rápido.
-Lo llevas en la sangre Camille, pronto serás tan buena como tu madre. Me sonrió y se paro
–Pero ahora creo que es mejor que vayas para el salón Aaron se levanto y te está buscando. Lo mire atónita como podía saber que Aaron estaba despierto y encima me estaba buscando. Se percato de mi sorpresa y agrego –Tenes que saber que los ángeles completos tenemos una gran capacidad para percibir las cosas, no solo es fuerza y curación. Me dio una palmadita en los hombros y se retiro.

Corrí hasta el salón y Aaron se encontraba sentado en un sillón mirándome con una gran sonrisa. Estaba muchísimo mejor después de la última vez que lo vi cuando Cameron lo curaba y lloraba del dolor. Me senté a su lado y le devolví la sonrisa
-¿Estas mejor? Le acaricie la mejilla

-Muchísimo mejor y gracias a vos. Me tomo de la mano
-No hay de que, supongo que te la debía, te vomite encima. Reí y Aaron también
-Ya te dije que no me molesto Camille, por cierto estoy muy sorprendido, aprendes muy rápido. Dijo Aaron acariciándome la mano
-Todavía me falta mucho para superarte Aaron, no soy una digna adversaria para ti. Volví a reír
-Vas a ser mucho más fuerte que yo ni lo dudes. Me sonrió y siguió acariciándome la mano
Paul entro y se sentó justo en medio de los dos, con una sonrisa burlona
-Lamento molestarlos tortolitos, pero tenemos que ir a patrullar. Rio
-Discúlpame Camille no está en condiciones de patrullar no sabe ninguna técnica de combate. Lo fulmino a Paul con la mirada.
-Camille ya se transformo y tubo mucho más poder que nosotros tres juntos, hizo un conjuro de luz sin la ayuda de nadie yo creo que esta en mas condiciones de patrullar que tu. Dijo Paul con recelo
-Igual no tuvo un buen día hoy. Bufo Aaron
Entraron a la sala Charity, Cameron y Carol y se sentaron con nosotros.
-Y tú tampoco tuviste un buen día hoy. Soltó Cameron –Supongo que debes quedarte esta noche a descansar para que tus heridas sanen bien, y vos Camille te vas a quedar cuidándolo.
-Está bien, yo no tengo ningún problema. Solté y le sonreí a Aaron el cual me devolvió la sonrisa. Paul miro a Cameron con enojo y luego bajo la cabeza, era evidente que Cameron tenía más poder que Paul a la hora de decidir. Los cuatro chicos se levantaron y justo antes de salir, Arnold los llamo. Y los hizo sentarse a todos de nuevo en los sillones.
-Me temo que esta noche nadie se va a poder quedar descansando, salimos todos a patrullar me llego un llamado del cuartel de Nueva York, el padre de Camille desapareció se lo llevaron los seres negros. Concluyo tristemente.
Al oír las palabras de Arnold todo mi mundo feliz junto a Aaron se vino abajo. Habían secuestrado a mi padre, porque seguramente fueron por mí. Evite largarme a llorar aunque la garganta me ardía y las lagrimas querían salir a toda costa. No tenía miedo ahora, lo único que me importaba era encontrar a mi padre y acabar con esas tres figuras amorfas. Me pare del sillón y los mire a todos fijamente.
-Yo voy a rescatar a mi padre, ¿Me van a ayudar? Dije firmemente.
Aaron se paro y me rodeo con los brazos.
-Yo voy. Dijo serio
Todos los demás me miraron y con sus miradas me dieron un sí, no iban a dejarme sola, iban a ayudarme a buscar a mi padre y acabar con esas malditas mierdas.
Arnold reunió a todos los alumnos y profesores en el patio. Está bien llevaba un día en el lugar y conocía solo a unas cinco personas nada más. Toda la demás gente no la conocía, solo la había visto en los pasillos o en la sala de juegos. Éramos aproximadamente unos veinte ángeles en el patio. Arnold ordeno a un profesor por grupo de cinco personas, para mi sorpresa mi grupo lo mandaba Paul, hasta ese momento no me había dado cuenta que era un profesor. A decir verdad era un profesor bastante joven. Otra profesora era Cameron, pero de Cameron si me lo hubiera imaginado. En mi grupo éramos Aaron, Carol, dos chicos que no conocía, yo, y obviamente Paul. Iríamos en autos al encuentro del grupo de ángeles en nueva york. Si ¿Por qué en autos? Simplemente por el hecho de pasar desapercibidos, Aaron me había explicado que cuando un ángel caído se convertía, a los seres negros se les hacía muy fácil detectar su presencia, manteniendo nuestra identidad como humanos, les era muy difícil detectarnos u olernos.

Paul nos hizo subir a una camioneta blanca, media destartalada pero por suerte andaba. Yo estaba demasiado preocupada por mi padre para andar hablando y riendo en el camino. Aaron se dio cuenta de mi inquietud y me tomo de la mano dándome ánimo. Cada hora que pasaba me daba cuenta que Aaron me hacia bien, y hace solo dos días que lo conocía y ya le había vomitado encima y le había salvado la vida. Lo que me inquietaba era el poco tiempo que había transcurrido como para empezar a sentir cosas por él. La noche estaba silenciosa y no había ni un alma por las calles, solo se escuchaba el viento que soplaba contra los arboles y el ruido del motor de la camioneta que parecía como si se hubiera estancado una rata en el. Luego de una hora de viaje llegamos a un descampado con una casa enorme similar a la mansión de Nueva Jersey. Paul estaciono y al cabo de unos minutos las demás camionetas que no seguían hicieron lo mismo.

-Quédense acá, porque solo vamos a avisar que llegamos y cada uno sigue su rumbo. Dijo Paul, que bajo de la camioneta y se encamino hacia un hombre que se encontraba parado en la entrada de la enorme casa. Paul y el hombre se saludaron y al cabo de unos minutos un puñado de chicos salieron de la enorme casa y se metieron a unas camionetas que estaban estacionadas allí. Paul volvió con una sonrisa y un papel en las manos, se metió en la camioneta y me lo extendió para que lo tomara.
-Creo que esto nos va a ayudar Camille, léelo. Agarre el papel y al abrirlo pude observar unos manuscritos en dorado similares a los de la nota que me había dado Arnold. Claro era la nota que le había llegado a mi padre el mismo día que llego la mía. Pude entender perfectamente lo que decía, “James, nuestra niña tiene un pacto con los ángeles, te pido por favor que la dejes seguir su rumbo, y tu escóndete donde puedas, con amor Marie” . ¿Cómo podía ser que mi madre le haya mandado una nota a mi padre si estaba muerta?, todo era muy raro y no entendía, mi padre podía estar escondido o podría estar secuestrado, realmente eso no lo sabía pero tenía que ir a buscarlo para asegurarme de que estuviera bien. Cuando me quise dar cuenta todos a mí alrededor me estaban mirando. Aaron inquieto me saco la nota de las manos, me miro y sonrió

-¿Qué es lo que dice Camille? Al juzgar por tu cara es algo bueno. Me devolvió la nota
-Pero… ¿es que tú no lo entiendes? Lo mire confundida
-No, Camille el idioma de signos solo lo entienden los ángeles completos o los hijos de ángeles completos, como tú. Sonrío
-Aa, ¿es que nunca me lo ibas a decir? Bufe
-No tenemos tiempo para reclamos Camille, ¿podrías decirnos que dice la nota? Comento Paul
-La nota es de mi madre para mi padre, dice que yo tengo un pacto con los ángeles que me deje seguir mi camino y que él se esconda, ¿Pero cómo puede ser que mi madre pudo comunicarse con mi padre?. Pregunte inquieta
-Me suponía que la nota era de Marie, entonces lo más probable es que James este escondido, pero según Nolan el jefe de este cuartel cuando fueron a la casa estaba todo revuelto y solo encontraron esto, por eso dieron alerta a Arnold, pero Nolan no es un ángel completo y no pudo descifrar que decía, por eso me lo dio a mí para que lo descifres tu. Y Camille ya te vamos a explicar cómo puede ser que Marie se comunique con James, pero ahora tienes que concentrarte y pensar donde puede estar tu padre. Puse los ojos en blanco y trate de pensar donde podría estar mi padre pero no se me ocurría ningún lugar donde podría estar. Desilusionada mire a Aaron que esperaba que le dijera algo útil para poder partir.

-No se me ocurre donde puede estar. Dije casi llorando
-Tienes que concentrarte y pensar en el Camille, tú tienes un lazo muy fuerte con él, puedes identificarlo en cualquier lugar, solo concéntrate. Me animo Aaron
-¿Podríamos pasar por mi casa? Creo que podría concentrarme mejor allí viendo sus cosas, y podría llegar a descifrar donde está. Lo mire a Paul
-Es una buena idea esa, dime sabes ¿cómo llegar desde el central parck?. Sonrió
-Sí. Conteste
Paul prendió el motor del auto y comenzamos a andar otra vez. Al cabo de unos diez minutos estábamos en la puerta de mi casa. La puerta estaba abierta y se cerraba y abría a causa del viento que soplaba, nos bajamos todos. Paul reconoció el terreno antes asegurándose de que no había ninguna trampa en la casa y al estar todo bien, nos dio la orden para que entráramos en la casa. Efectivamente alguien había pasado por allí buscando algo, la casa estaba toda revuelta, los libros de mi padre yacían todos en el piso y la vajilla estaba toda rota en la cocina. Todos estábamos buscando alguna pista que nos ayudara a encontrar a mi padre. Me dio curiosidad entrar a mi cuarto, y me lleve una gran sorpresa cuando vi que mi cuarto estaba totalmente intacto, no habían revuelto nada de nada. Llame a Aaron y automáticamente llego a mi lado y se quedo atónito mirando mi cuarto.
-¿No te parece raro que no hallan revuelto ni un libro de mi cuarto? Le comente a Aaron.
-Si la verdad que si es raro, pero no es ninguna pista Camille, ven encontré esto en uno de los libros de tu padre. Aaron me extendió una nota blanca con unos manuscritos en dorado como los de la nota de mi madre y los de la nota de Arnold, pude entender perfectamente lo que decía “Hija, estoy bien me he escondido, sabía que iban a venir a buscarme, piensa bien tu sabes dónde estoy, con amor James”
-Es de mi padre! Pero como puede ser! Mi padre está escondido! Grite
Paul y los demás vinieron a nuestro lado, y me arrancaron la nota de las manos.
-Es auténtica. Dijo Paul
-Sí lo es. Dijo Carol.
-No me extraña que Marie le haya enseñado a hacerlo. Comento Paul –Y que es lo que dice la nota Camille?
-Que se escondió porque sabía que venían a por él, y que pensara bien que yo sabía dónde estaba. Una sonrisa se dibujo en mi cara, efectivamente sabia donde estaba! En la biblioteca donde más iba a estar mi padre es profesor era obvio que iba a refugiarse en la biblioteca. Mire a Aaron y dije
-Está en la biblioteca de Nueva York! Vamos por él, antes de que lo rastreen!. Grite.
Automáticamente todos corrieron a la camioneta. Paul la puso en marcha en segundos y voló hacia la biblioteca. Al llegar vimos que las luces de la biblioteca estaban prendidas, y nos separamos en dos grupos, Aaron, Carol y yo, y Paul y los otros dos chicos. Entramos con Aaron y Carol por la puerta principal, todo parecía normal, la bibliotecaria nos miro sorprendida, era muy tarde para que unos tres chicos fueran a la biblioteca a leer. Pero no nos dio mucha importancia y siguió leyendo su libro. Nos metimos por una de las secciones de la biblioteca la de historia que era en la que casi siempre andaba mi padre. No había ni rastros de él. Vimos como Paul caminaba en un piso más arriba con los otros dos chicos, y nos hacia una seña de que no había nadie. Pensé bien donde podía estar, la biblioteca era grande y tenía varias salas secretas que mi padre conocía bien, pero no recordaba donde se encontraban. Me senté sobre una gran pila de libros a meditar, tratando de identificar a mi padre cuando uno de los grandes vidrios de la biblioteca estallo en mil pedazos. Aaron, Carol y Paul se transformaron al instante y yo al estallar el gran vidrio caí de boca al piso. Los mismos seres amorfos que me habían secuestrado entraron en la biblioteca riendo a carcajadas, junto a otra docena de seres amorfos, pude observar como uno de ellos tenía a mi padre por la espalda. Carl al verme se abalanzo sobre mí, no fui capaz de transformarme por el miedo pero Aaron logro atajarme justo antes que Carl. Aaron me sostenía de la cintura, y Carl lo miraba con odio.
-Ja! Sobreviviste muñequito. Dijo Carl burlándose
-Te pensaste que me habías matado, monstruo!. Dijo Aaron furioso
-Como chillabas muñequito, y tu sangre sabia tan bien, ¿sabes que incrementaste mi fuerza? Carl rio a carcajadas –Pero igual no vengo por ti, vengo por ella
-Ni lo sueñes monstruo! . Grito Aaron, me dejo a mí sobre una mesa y se abalanzo sobre Carl.
Aaron con sus manos hizo aparecer una espada de hierro, con un mango color dorado y de ella hizo aparecer un gran rayo blanco el cual fue directo a Carl. Carl cayó en el piso chillando de dolor, pero al segundo se volvió a levantar y empezó a reír carcajadas.
-Eres la mitad de fuerte que yo muñequito ni te gastes en combatir conmigo. Volvió a reír
-Deja ir a mi padre y me iré contigo! . le grite a Carl
Fui caminando hasta donde estaba el ser amorfo con mi padre y entregue mis manos. Mi padre me miro con tristeza él no quería que me sacrificara por él, cuando de repente Paul se abalanzo sobre el ser amorfo tomándolo del cuello, haciendo que suelte a mi padre. Mi padre corrió hasta donde estaba yo y me empujo, Carl lo tomo por la espalda y le clavo los colmillos, mi padre soltó un chillido horrible y cayo inconsciente al piso. Fui corriendo hacia el cuándo una luz me encegueció y me obligo a retroceder. Aaron había lanzado un conjuro hacia Carl que estaba dispuesto a atacarme. Carl se revolcó por el piso agarrándose la cabeza, y la pelea estallo al fin. Miles de seres amorfos se abalanzaron sobre mí y sobre mis amigos. Tome a mi padre y corrí con todas mis fuerzas hacia la salida de la biblioteca pero un puñado de seres amorfos hambrientos me acorralaron entre dos estanterías llenas de libros. No entendía el porqué no podía transformarme, y tenía a mi padre inconsciente en mis brazos, era raro podía sostenerlo sin ningún problema pero no llegaba transformarme. El hombrecillo gracioso me sonreía malévolamente, tenía los colmillos afuera listos para atacarme a mí y a mi padre. Cuando de la nada un chico de cabellos negros y ojos color miel salto desde una de las estanterías con una espada en la mano, no parecía ser un ángel porque no tenía alas ni tampoco las características de uno. Me sonrió y empezó a luchar con los seres amorfos, sus movimientos eran normales no tenían nada de sobrenatural. Pero eran muchos seres contra un simple chico y ya se le estaban acabando las fuerzas, deje a mi padre a un costado y me dispuse a ayudarlo como pude. Agarre un par de libros y se los tire con fuerza a un par de seres amorfos, me puse a luchar como pude y como una humana. A mi lado estaba el chico con su espada ayudándome pero de a poco iba perdiendo las fuerzas, hasta que el hombrecillo gracioso le clavo los colmillos en la mano que poseía la espada, el chico chillo del dolor y cayó al piso. Corrí hacia el chico y lo levante pero estaba inconsciente, el hombrecillo a mi lado reía a carcajadas. Carl salto desde una de las estanterías y tomo al chico y empezó a chupar toda su sangre. Trate de empujarlo pero era en vano Carl estaba poseído por su sangre y no iba a parar hasta matarlo. Mi anillo comenzó a quemarme y una manta de luz blanca me abrazo y de mis manos salieron chispas blancas ahuyentando a Carl y a los demás seres del chico los cuales chillaron de dolor al ver la luz y se desvanecieron en el aire. Cuando me quise dar cuenta una burbuja blanca me cubría por completo y me había convertido. Mire a mi alrededor y los seres que combatían con mis compañeros también habían desaparecido. La burbuja blanca que me protegía desapareció y me desmaye.

Cuando abrí los ojos Aaron estaba a mi lado con su mano en mi frente. Al verme despertar suspiro y sonrió de alivio.
-Camille! ¿Estás bien?. Pregunto Aaron inquieto
-Eh, supongo me duele la cabeza ¿Qué fue lo que paso?
-Te desmayaste luego de la batalla por cierto estuviste genial! Te convertiste de una manera espectacular!. Me animo
-¿Cómo que me convertí? Lo último que recuerdo es que Carl estaba devorando al chico que intento ayudarme. Dije y automáticamente me levante y corrí hacia mi padre y el chico que yacían todavía inconscientes en el piso.
-Estarán bien. Dijo Carol que estaba junto a ellos
-¿Cómo que no te acordas cuando te convertiste? Dijo Paul que apareció de atrás de una de las estanterías.
-Juro que lo último que recuerdo fue como Carl se hacia un festín con este chico. Observe al chico era alto de pelo negro y bastante corpulento. Era guapo pero pobrecito había sido atacado por un ser negro. -¿Despertara pronto? Pregunte inquieta
-Va a estar bien, los humanos cuando sufren una mordedura de un ser negro quedan inconscientes. Me explico Aaron
-¿No sería mejor llevarlos a la mansión? Sugerí
-No estaría bien, pero como ya conocen nuestra identidad no creo que este mal ayudarlos. Dijo Carol
-Arnold nos va a matar pero no podemos dejarlos así, con James no va a haber ningún problema, pero este chico ¿Quién es? . Me pregunto Paul.
El chico abrió los ojos, se levanto y se agarro la cabeza parecía estar muy mareado. Me miro y sonrió. Aaron automáticamente me tomo de la mano marcando territorio. Paul lo observo detenidamente.
-¿Quién eres? Dijo Paul. El chico lo miro y luego volvió a mirarme a mí.
-Soy Brandon, alumno del profesor James. Sonrió
-A ver Brandon y como sabes de nuestra existencia. Dijo Aaron con recelo
-El profesor James siempre estudio a los ángeles caídos, todo humano piensa que es un mito pero James siempre estuvo convencido de que eran reales, y ahora lo puedo entender bien. Me miro y luego agrego -¿y tú eres su hija Camille? ¿No es cierto? Sonrió
-Si lo soy, ¿cómo supiste que James estaba en peligro? Pregunte inquieta
-James me dijo que me esperaría hoy en la biblioteca a la 1 am me pareció raro, por eso traje mi espada conmigo cuando llegue me encontré con un gran combate y pude comprobar mi teoría al fin, vi que Camille y James necesitaban ayuda y ninguno de ustedes la podía ayudar así que acudí a su ayuda, pero luego uno de esos seres me mordió y caí inconsciente. Me miro pidiendo disculpas y se acerco hacia donde estaba.-Pero veo que tu estas bien. Sonrió
-Si ella te salvo la vida Brandon. Dijo Aaron enojado
-Y creo que vas a tener que acompañarnos. Concluyo Paul
-Con gusto los acompañare. Dijo Brandon sin despegar un ojo de mí.

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