I’m gonna love you and you’re gonna fall in love with me
martes, 14 de diciembre de 2010

AC Capitulo 8: "James Smith y Marie Gonzalez"

Capitulo 8: “James Smith y Marie González”

Entré al cuarto de mi padre y estaba esperándome acostado en una gran cama con un libro en las manos. Al verme dejo y el libro y me extendió los brazos. Fui corriendo hacia él y lo abrace.
-Mi niña! Estas bien! Como te quiero hija! Perdóname! Dijo y unas lágrimas cayeron de sus ojos
-No tienes porque pedirme perdón papa, yo no estoy enojada, yo también te quiero a ti. Dije limpiándole las lágrimas de la cara y dándole un beso en la frente.
-Hija debo contarte muchas cosas. Dijo bajando la cabeza afligido
-Si lo sé papa por eso estoy aquí. Sonreí
-Yo supe todo desde que naciste, a mi manera obviamente pero no podía arriesgarme a perderte. Dijo con vos triste –Todo empezó aquella noche que unos seres negros me capturaron, a decir verdad yo no supe que eran seres negros, porque simplemente tenía vendado los ojos. Sabía que era gente malvada pero nunca me hubiera imaginado que eran seres mandados por el diablo. No era el único capturado éramos aproximadamente unas diez personas secuestradas. Nos maltrataron y golpearon durante un tiempo, nos pedían información, todos parecían ser gentes sabias sanadores, brujos, profesores por eso me capturaron a mí. Tú sabes Camille que siempre me interese por estudiar todo este tipo de cosas desde antes de que tú nacieras. Estuvimos una noche encerrados allí sufriendo los maltratos de esas personas, sin saber un porque, pero todos sabíamos que se venía nuestra hora en cualquier momento. Hasta que de un momento a otro se empezaron a escuchar gritos, fuimos liberados pero una lucha sin fin había estallado, y ahí es cuando vi quienes me habían tenido preso y quienes me estaban salvando, y ahí es cuando la vi a tu madre. Estaba acorralada por varios de esos seres, yo pensé que sola no iba a poder y fui a su ayuda, realmente nunca logre ayudarla ya que uno de esos seres me mordió dejándome inconsciente. Desperté al otro día en una casita en Nueva York, y allí estaba tu madre sonriéndome y cuidándome. No me preguntes porque pero no recordaba nada de lo que me había sucedido, tu madre se encargo de borrarme la memoria y que no recordara nada de lo que había visto. Respiro profundo me miro y lagrimas de sus ojos volvieron a salir. –Tu madre me invento que me había salvado de un ataque con un mal viviente, se había encargado de borrar las marcas de los colmillos de esos seres en mi espalda, nunca me dijo la verdad solo por protegerme siempre dijo que era un policía de la ciudad de Nueva York, con el tiempo Camille me enamore de ella y ella de mi, solo la veía unas pocas horas por la tarde porque ella decía que estaba muy atareada con el trabajo pero eso fue suficiente para enamorarme perdidamente de ella. Nos casamos fue una ceremonia simple y sin familiares, solo con dos testigos Arnold por parte de tu madre y el papa de Brandon por mi parte. Al poco tiempo tu madre quedo embarazada de ti, y después de nueve meses te tuvo y murió en el parto. Dijo llorando, me tomo de la cara y me dio un beso en la frente –Sabes hija, lo que sufrí cuando ella murió, pero tú me mantuviste vivo Camille. Pocos meses después de su muerte, empecé a tener sueños raros con ella, la veía en todos mis sueños hija, me hablaba me decía que te cuide mucho. Pero siempre que la veía la veía como un ángel. Llegue a pensar que estaba volviendo loco, hasta que una noche después de soñarla me apareció una nota con los signos dorados. Me volví loco buscando de qué signos trataban, hasta que llegó a mis manos un libro sobre los ángeles caídos de su misión en el mundo y contra quienes combatían, los seres negros. Tú crecías y te empezaron a suceder cosas extrañas sin sentido, hasta que decidí viajar por el mundo buscando una cura para todas esas cosas extrañas que te sucedían. Hasta que volví a soñar a tu madre y me explicó todo lo que debía saber, me conto como había sido todo, y como me había salvado a mí y como se había sacrificado por ti, y lo que debía cuidarte para que no te encontraran. Siempre pensé que solo eran imaginaciones mías, pero una parte de mi me decía que te cuide y que siguiera viaje. Luego enfermaste y me convencí más de lo que me había dicho tu madre en el sueño. Pero no fue hasta hace mucho que lo termine de comprender, cuando apareció en tu mano el mismo anillo que tu madre poseía. Supe que tu sola ibas a encontrar la verdad y así fue mientras tú te enterabas de toda la verdad, yo volví a soñar con Marie ella me toco con sus manos y cuando me levante pude descifrar lo que decía la nota dorada y como escribir una para ti, para que me buscaras. Se llevo las manos a la cara y volvió a llorar. Nunca había visto a mi padre así, a decir verdad nunca lo había visto llorar. Sentí su corazón estaba triste realmente muy triste, y no quería que se sintiera así. Recordé lo que me había dicho Carol hace unas horas, nuestra misión es curar el corazón triste de las personas. Tome la cara de mi padre y le sonreí.

-No tienes que llorar papa, yo estoy aquí contigo y mama siempre estará en tu corazón. Le dije y le di un beso en la mejilla. –No te culpes por no haberme contado lo que sabias, ni tu sabias si era la verdad, ahora quiero que dejes de llorar y sonrías, yo estoy aquí contigo siempre y siempre te voy a cuidar. Mi padre me miro y sonrió, luego me dio otro beso en la frente. Pude sentir que su corazón se llenaba de alegría de nuevo, y no paraba de sonreír. El tenía miedo de que no lo perdone, pero no le podía hacer algo así a la persona que más quería en el mundo. Mi padre era una persona excepcional nunca me había quejado de él, y hoy no era el momento tampoco.
-Gracias hija por perdonarme, es muy importante para mí. Dijo con una sonrisa
-Como no voy a perdonar a la persona que me cuido estos dieciocho años. Dije
-Te quiero hija, y deberías ir a ayudar a las demás. Dijo y me dio otro beso en la frente
-Sí, tienes razón. Me pare y fui hasta la puerta –Por cierto ¿Cómo está tu espalda? Pregunte inquieta
-Bien, bastante bien pero Cameron no me deja levantarme. Sonrió
-Está bien tienes que hacer reposo, mas tarde vuelvo papa, te quiero. Dije y salí del cuarto.
Baje las escaleras y pude observar que ya casi estaba todo listo, Carol y Charity estaban acomodando la vajilla en las grandes mesas adornadas con manteles blancos y candelabros con velas blancas y doradas. Al verme sonrieron y vinieron hasta mí.
-¿y cómo estuvo eso? Pregunto Carol inquieta.
-La verdad bastante bien, me conto toda la historia, ahora se un poco mas de mi madre. Sonreí
-Tu madre tuvo un gran corazón Camille. Dijo Charity mirando la sala con gran entusiasmo.
-Si lo sé, y por eso estoy muy feliz pero ahora ¿En qué puedo ayudar? Comente
-¿Tienes buen gusto para la comida? Dijo Carol tomándome de las manos
-Siempre fui la que cocine en mi casa, y mi padre nunca se quejo de ello, puedo ayudar en la cocina si quieren. Dije mirando a Charity que todavía seguía observando el gran salón decorado.
-Ve a la cocina con Carol, y ayuden a Cameron y las demás chicas, nuestros angelitos están por llegar. Dijo y nos miro a las dos.
-Como tu digas capitana!. Dijo Carol, que tiro de mi hasta la cocina. Dejamos a Charity y a otras chicas ordenando la sala, y entramos en la cocina. En la cocina estaba Cameron lidiando con un gran pavo crudo. Al vernos nos sonrió y nos hizo un gesto para que nos acercáramos.
-Ei! Ustedes saben ¿Cómo demonios se cocina un pavo? Dijo soltando el pavo en la fuente derrotada
-No es muy difícil. Dije acercándome al pavo. –¿Ves este botón? Bueno cuando este botón se sube en el horno es porque el pavo ya está listo. Dije sonriéndole
-Ah… tan fácil era, bueno ya esta relleno, solo hace falta cocinarlo y va a estar unas dos horas aproximadamente, así que para que nuestros compañeros hombres no se quejen cuando lleguen lleven estos bocaditos a la mesa. Nos entrego unas bandejas llenas de unos bocaditos salados que por el aspecto debían estar bastante buenos. Con Carol agarramos las bandejas y las llevamos para las mesas, unas chicas que también estaban en la cocina hicieron lo mismo. Cuando entramos en la gran sala, los chicos ya habían llegado, y a juzgar por su aspecto había sido un día muy duro. No vi ni a Aaron ni a Brandon en la sala, pero si a Paul que miraba a Carol sonriéndole. Mi amiga al verlo se puso toda colorada dejo rápidamente la bandeja en la mesa y volvió hasta la cocina. Paul se acerco y tomo uno de los bocaditos que todavía llevaba en mi mano.
-Hey eso es para más tarde. Exclame
-Bueno tengo hambre, estuvimos todo el día patrullando a la luz del sol. Comento devorando otro bocadito
-Está bien, pero es el último eh, ¿Dónde están Aaron y Brandon? Dije sonrojándome
-Apenas llegaron fueron a darse un baño. Dijo Paul indiferente.
-Muchas gracias Paul, creo que deberías hacer lo mismo. Reí
-Hey! Ya voy ya voy. Dijo despeinándome –Creo que tienes que ir a prepararte tu también Camille. Comento y se fue hasta la escalera.
Fui hasta la cocina a encontrarme con Carol, pero Charity se interpuso en mi camino con una sonrisa picarona.
-¿Qué pasa? ¿Paso algo gracioso? Reí
-Sí, cuando estaban en la cocina, los chicos llegaron, Aaron y Brandon no paraban de discutir como dos nenes chiquitos, se ve que los pusieron juntos a patrullar. Rio
-No se llevan muy esos dos, y no se cual es la razón. Comente
-Ai! Camille, que no lo ves, es muy obvio, los dos gustan de ti. Dijo sonriéndome. Me puse roja como un tomate y sonreí como una estúpida ¿de verdad pensaba eso? Yo no lo creía tan así, podría ser como no. Pero si los dos gustaban de mi ¿Qué demonios tenía que hacer yo?.
-No creo que sea así. Comente en voz baja
-Puff! Para mi si, y si tienes a dos chicos así como quieres debes vestirte como una diosa esta noche. Dijo tomándome de una mano y arrastrándome escaleras arriba. Llegamos al pasillo de las chicas, y Charity entro en la segunda puerta y me empujo dentro con ella. El cuarto de Charity era hermoso, estaba decorado a su manera con hermosas cortinas rosa clarito y rosas rojas en cada rincón de la habitación. Su cama estaba decorada con telas blancas y almohadones rosas que hacían juego con las cortinas y las paredes. Me sentó en su cama y empezó a revolver todo su armario. Me tiro unos cinco vestidos y me metió en el baño para que me los probara. El primer vestido era de color negro, ajustado a todo el cuerpo y con lentejuelas negras en todo el vestido, salí del baño y Charity me observo con gran concentración.
-Mmmm, no te queda con tu color de piel y tú cabello largo lacio, ve y pruébate otro. Comento y me volvió a meter en el baño.
Después de haberme probado aproximadamente diez vestidos, el último fue el que me convenció a mí y a Charity. Era un vestido blanco de seda hasta las rodillas con un escote bastante pronunciado que hacía que mis senos se lucieran. A mi parecer el escote era demasiado pronunciado pero Charity me convenció de que si tenía un lindo cuerpo tenía que aprender a mostrarlo, lo cual tenía razón, y el vestido no me quedaba mal. Me prestó unos zapatos de tacón blanco que hacían juego con mi vestido. Luego peino mi largo cabello lacio con unas evillas color dorado. También me maquillo, puso un poco de color en mis mejillas, ojos y labios. Al terminar conmigo ella se cambio y maquillo en unos segundos. Eran las ocho y media de la noche y las dos estábamos listas para salir al gran banquete. Al verme en el espejo me desconocí realmente Charity había hecho un gran trabajo conmigo, estaba hecha una diosa, y de seguro impresionaba a Aaron y a Brandon.
-Charity de verdad Muchísimas Gracias, me siento una diosa. Exclame y la abrace fuerte.
-No de nada Camille, dijiste que te podía ayudar cuando quisiera y bueno a decir verdad me puse un poco celosa de Carol. Rio
-No tienes porque ponerte celosa, tú también eres mi amiga. Dije sonriéndole
Charity me sonrió radiante, y escuchamos que alguien tocaba la puerta. Charity fue contenta a abrir y Carol entro corriendo con un hermoso vestido azul marino.
-Sabía que estaban aquí, fui a buscar a Camille a su cuarto y no estaba supongo que Charity está involucrada en tu producción. Comento Carol mirándome sorprendida.
-Si está involucrada. Comente riendo
-Sera mejor que bajemos, por lo que dijo Cameron ya están todos abajo esperando que las chicas bajen. Dijo Carol arreglándose el pelo con una evilla.
-Ya estamos listas, salgamos. Dijo Charity abriendo la puerta.

Carol fue detrás de ella y las seguí, empezamos a bajar las escaleras, y temía pegarme un porrazo con los zapatos de tacón. Sonaba una música espectacular, muy parecida a la que había tocado Carol hoy al medio día. Aaron me esperaba sonriente al final de la escalera vestido con traje negro y una corbata azul. Estaba realmente muy guapo y no pude evitar sonrojarme. A su lado apareció Brandon mirándome impresionado en traje y corbata roja. Los dos me esperaban al final de la escalera sonrientes. Aaron fulmino con la mirada a Brandon, pero Brandon no le hizo caso y siguió mirándome con gran admiración. Charity que estaba a mi lado, observo la situación se rio por debajo y me dio un golpecito en el brazo. Charity estaba en lo cierto, Aaron y Brandon gustaban de mí, pero el problema era yo, a los dos les tenía un gran aprecio, y me parecían guapísimos. ¿Pero con cual estaba dispuesta a quedarme?

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